La cada vez mayor concienciación de las nuevas generaciones sobre temas relacionados con la sostenibilidad, el cambio climático o la crueldad de la ganadería intensiva (etc) se ha traducido en un aumento en la demanda de productos respetuosos con el medio ambiente y que mejoren las condiciones de vida de los mismos animales. De esta forma, este nuevo apetito de los consumidores ha conseguido marcar un antes un después en lo que a la vida de varias especies y a la calidad de los productos que consumimos en nuestro día a día se refiere.
Sin embargo, como ocurre con todo gran avance, esta tendencia también tiene algún que otro inconveniente. Uno de los más significativos es que se cada vez se hace más complicado elegir qué producto queremos consumir… entre la enorme oferta del mercado. Buen ejemplo de ello es el caso de los huevos:
Cualquiera diría que no hay mucho donde elegir más allá de la especie de gallina que puso el huevo y del tamaño del mismo. Sin embargo, una vez que empezamos a analizar el origen del huevo… y muy especialmente, cómo han sido cuidadas y alimentadas las gallinas que los han puesto… entonces la cosa se complica bastante:
¿Cómo puedo saber el origen de un huevo?
Todos los huevos que se comercializan en los supermercados de la Unión Europea vienen marcados con un código que indica el tipo de crianza y de producción. Con esta combinación de dígitos y letras podemos averiguar la dieta de la gallina, el país, el municipio e -incluso- la granja donde creció la gallina.
El primer dígito del código es un número que va del 0 al 3. El 0 indica que la producción es ecológica, si lleva impreso un 1 es que el huevo es de origen campero o de payés. Si el código empieza por un 2, es un huevo de gallina criada en granja, pero en el suelo. Y si comienza por 3 es de gallina de jaula. Tras el número inicial, dos letras indican el país de origen (ES si es de España). Y como si de un código postal se tratase, los números siguientes informan de la provincia, el municipio y granja de origen de ese huevo.
¿Cuál es la diferencia entre “ecológico” y “campero”?
Tanto los huevos ecológicos como los huevos camperos proceden de gallinas criadas al aire libre. Sin embargo, cada uno ha sido alimentada de una forma diferente. Los huevos ecológicos han sido puestos por gallinas que se han alimentado de un pienso 100% natural y ecológica. Además, la granja en la que vive no ha utilizado ningún producto químico y ningún plaguicida. Los huevos camperos -por su parte- han sido puestos por aves alimentadas -principalmente- de maíz. Aunque también comen los insectos y las plantas que pillan por ahí.
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